Una revolución es un “cambio violento en las instituciones políticas, económicas o sociales
de una nación” (Real Academia Española de la Lengua). Además de algunas
famosas como las políticas (francesa, bolchevique, cubana, etc.) existen de muchos
tipos. Algunas traspasan las fronteras nacionales como lo fueron las revoluciones
científicas, las tecnológicas, la llamada “Industrial” y más recientemente la
de las tecnologías de información y comunicación.
Todas estas revoluciones triunfaron
cuando pusieron en práctica medidas básicas de convivencia, entre otras, reglas
explícitas y/o implícitas, cuerpos teóricos o manifiestos que adoctrinaron a
iniciados y seguidores, convenciéndolos de reinventar sus vidas con base a nuevos
valores, producto de las nuevas realidades que los fundadores - o aquellos adelantados al cambio - percibían.
Las revoluciones también generaron
patrones y consejos morales como los decálogos, que normalmente se usan como
recordatorio de los valores iniciáticos y como guía cotidiana para persistir en
el tipo de cambio que se busca en el mundo.
Actualmente la revolución de los
datos intenta fortalecer la producción, apertura y difusión de datos y
estadísticas para lograr mayor transparencia y apoyar una toma de decisiones más equitativa,
haciendo uso de las tecnologías de la información y la comunicación de manera
responsable.
Uno de sus inconvenientes es que
debido a otras revoluciones que precipitó internet, la intimidad es un valor
cada vez más escaso. Sin embargo, en parte gracias a ello es que existe una
cierta aceptación social que resuelve el trade off privacidad / libertad. Así,
es posible apoyar demandas crecientes de renuncia a la privacidad en los actos
y gestiones públicas para que ello dé lugar a una transparencia más palpable
que colectivamente beneficie a la mayoría con mayor libertad de elección. Por
supuesto que esto no significa la pérdida de la seguridad en la información,
concepto conflictivo pero que a la vez obliga a cohesionar la disputa
público-privada sobre la transparencia.
Un tira afloje con final incierto.
Una recolección, no exhaustiva,
de los valores que guían la revolución de datos para la transparencia y la
equidad se pueden resumir en el siguiente decálogo:
1. Abrirás
tus datos y los compartirás con tus vecinos de lugar y de redes,
propiciando una nueva sociedad de la
información.
2. Exigirás
a tu gobierno, sus instituciones estadísticas y organismos internacionales la
apertura de sus datos para ser leídos por maquinas accesibles a todos, difundiendo su existencia toda vez que sea
posible y necesario.
3. Explicarás
a tu familia, amigos, colegas y comunidad en general para qué sirven los datos
abiertos y porqué son importantes.
4. Entrenarás
a otros revolucionarios en la generación, apertura y difusión de datos, utilizando las redes
sociales y mecanismos de transmisión de datos de manera responsable y certera.
5. Conformarás
asociaciones civiles, comunidades tecnológicas, organizaciones de intereses
comunes e institutos que promuevan, produzcan, abran, manipulen y difundan el
uso de datos abiertos.
6. Buscarás
generar impacto social con los datos abiertos, no sólo a través de
transparencia y apoyo a la toma de decisiones equitativa, sino también buscando
nuevas soluciones concertadas a problemáticas naturaleza social, económica y
medio ambiental.
7. Procurarás
apoyos de diversos tipos, entre otros financiero, económico, institucional,
vocacional y oficial, sólo a fin de exigir y abrir datos con beneficio para
todas las partes.
8. Consultarás
a la comunidad, al público objetivo y a
todos los actores involucrados acerca de
sus problemáticas cuando utilices la
tecnología para dar soluciones a través de datos abiertos, fundamentando la formulación del problema y
aplicando metodologías actualizadas y accesibles.
9. Diseñarás
y programarás apps y sistemas útiles y sustentables , en la gestión de datos
abiertos, evitando a ultranza el solucionismo sin beneficiarios ni bases en la
realidad, mejorando día a día tus capacidades para entender las necesidades de
datos para la gente como tú y yo.
10. Comunicarás
tus hallazgos con datos abiertos, utilizando tus mejores habilidades para
contar historias de manera práctica y entretenida, procurando la verdad y el
esclarecimiento ante todas las cosas.
La realidad que busca mejorar
esta data - revolución puede demorar en cambiar por otra más transparente y
justa. No es de la tarde a la mañana que
los datos abiertos comenzarán a fluir como ríos de miel, se debe protagonizar el cambio con persistencia y abnegación. Según Mahatma Ghandi,
el revolucionario de la no violencia, su movimiento debió ser paciente para
implementar grandes cambios en su querida India, ya que al principio el enemigo
los ignoraba, negando sus derechos. Una vez superada la etapa de la negación, Mohandas y los suyos sufrieron la ignominia , las blasfemias y oprobiosas burlas. Finalmente, al ver el enemigo la solidez de las filas no violentas intentó el ataque
frontal. Sin perder la paciencia los revolucionarios insistieron en sus ideas y ganaron porque supieron respetar y tener mejores reglas
de convivencia.
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